Ahí van unas fotos
bonitas de mi estancia en Lanzarote, sin duda una gran experiencia que me hizo
vivir 20 días como una verdadera triatleta profesional: entrenar, comer y
dormir. Espero repetir el invierno que viene. De momento me consolaré mirando
las fotos. :D
Este tipo de fotos hacen que dentro de 20 ó 30 años pueda ver lo que dice este tópico literario que estudié en bachillerato y que se me quedó grabado por lo mucho que me gustó y porque me sentía identificada con ello.
"La juventud y
la belleza son pasajeras y por tanto se ha de disfrutar de ellas antes de que
el tiempo nos las robe."
Niña, arranca las
rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo,
desaforadamente,
sin pararte a pensar
si son malas o buenas.
Que no quede ni una.
Púlele los rosales
que encuentres a tu
paso y deja las espinas
para tus compañeras
de colegio. Disfruta
de la luz y del oro
mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios
rechoncho y melancólico
que va por los
jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua,
machácate de gusto
con quien se deje y
no permitas que el otoño
te pille con la piel
reseca y sin un hombre
(por lo menos)
comiéndote las hechuras del alma.
Y que la negra muerte
te quite lo bailado
Luis Alberto de
Cuenca.
El poema habla del
paso del tiempo con el símil de las rosas. Hay que disfrutar de la niñez y de
la juventud, de las rosas, de su belleza, antes de marchitarse.
No pienses las cosas,
simplemente disfrútalas. Haz todo lo que quieras sin miedo porque un día no
estarás aquí y ya será tarde.
" Nunca
entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que se haya
marchitado"