SINDROME DE LA CINTILLA ILIOTIBIAL
La cintilla iliotibial es un importante estabilizador lateral de la
rodilla y es muy activo en corredores. Antes y durante el apoyo del pie, ayuda
a rotar externamente la pierna y la estabiliza durante la primera fase. Al
tiempo que la rodilla pasa de la flexión a la extensión y vuelve a la flexión,
la cintilla iliotibial pasa de estar situada detrás del cóndilo externo del
fémur a situarse enfrente del mismo, y esta excursión repetida puede causar
fricción de la cintilla illiotibial contra dicho cóndilo, e inflamar el tejido
areolar en esta zona.
Esta lesión aparece de forma característica en corredores de larga
distancia y es particularmente dolorosa cuando se corre cuesta abajo. Cuanto
más larga es la distancia que el corredor hace, mayor es el dolor que éste
tiene. Reducir la movilidad de la rodilla, con una rodillera, cuando caminamos,
por lo general alivia el dolor.
En el examen físico, el único hallazgo positivo es una hipersensibilidad
localizada en el cóndilo externo, dónde cruza la cintilla iliotibial. A los 30º
de flexión de la rodilla, en los que la cintilla iliotibial está sobre el cóndilo externo, la
hipersensibilidad es máxima. Es cuando puede haber alguna inflamación y
ocasionalmente abultamiento del tejido en esta zona.
Los factores que se han identificado como causantes del síndrome de la
cintilla iliotibial son: el kilometraje excesivo, la debilidad de la flexión y
extensión de la rodilla y la debilidad los abductores de la cadera. Otros
posibles factores causales son la pronación excesiva del pie y las
discrepancias de longitud de ambas extremidades inferiores.
El tratamiento pasa por las fases de la tabla 1.
FASES
|
MEDIDAS DE
TRATAMIENTO
|
Aguda
|
Modificación
de la actividad
Masaje local
con hielo
Antiinflamatorio
Fonoforesis
Infiltración
con corticoide si la inflamación dura más de 3 días
|
Subaguda
|
Ejercicios de
estiramiento
Terapia
miofascial
|
Recuperación
|
Ejercicios de
fortalecimiento progresivos
|
Vuelta a la
carrera
|
“Sprints”
submáximos
Aumento
gradual de la distancia y frecuencia
|
Tabla 1.- Plan
de tratamiento del síndrome de la cintilla iliotibial
En la fase aguda, hay que interrumpir la actividad que produce la lesión
(carrera o bicicleta), pero se puede nadar utilizando sólo los brazos y con un
"pull boy" entre las piernas; hay que aplicar hielo y fonoforesis
locales para reducir la inflamación; es útil tomar un antiinflamatorio también
para reducir el dolor y la inflamación; y si existe una inflamación visible,
que no desaparece tras 3 días de tratamiento, está indicada una infiltración
con corticoides.
En la fase subaguda, cuando
desaparece la inflamación aguda, se inician los ejercicios de estiramiento de
las figuras 1, 2 y 3. Estos ejercicios consisten en forzar las posturas de las
figuras hasta una tirantez soportable, nunca molesta, en los músculos de la
cara externa del muslo y en los glúteos, manteniéndola durante unos 15-20
segundos, después relajar la musculatura deshaciendo la posición durante un
minuto, más o menos, para volver a realizar otro ciclo de
estiramiento-relajación hasta completar 5 ciclos. Estos ejercicios se deberían
realizar tres veces al día. La compresión, el masaje en banda profundo y el
calor pueden hacer desaparecer los puntos gatillo centrales del glúteo menor y
el vasto lateral. Los puntos gatillo de inserción en la unión musculotendinosa
del vasto lateral distal y el bíceps femoral pueden mejorar con compresión,
masaje profundo y después hielo. La contractura del vasto lateral puede mejorar
con masaje profundo y automasaje utilizando un rollo de gomaespuma. Las
adherencias fasciales en el síndrome de la cintilla iliotibial posterior pueden
mejorar con las vendas adhesivas longitudinales. Para lo anterior, el paciente
puede acudir a un fisioterapeuta o masajista.
Figura 1.- Estiramiento de músculos de la cara
externa del muslo
Figura 2.- Estiramiento de los músculos de la
cara externa del muslo y de los glúteos
Figura 3.- Estiramiento de los glúteos
En la fase de fortalecimiento, cuando ya se han resuelto las
restricciones a la amplitud de movimiento de la articulación y miofasciales, se
inician los ejercicios de fuerza de las figuras 4, 5 y 6. Se puede comenzar con
una serie de 20 repeticiones y aumentar progresivamente hasta 3 series de 20
repeticiones.
En la fase de vuelta a la carrera, como norma general, se puede volver a
correr cuando se pueden realizar ya todos los ejercicios de fuerza sin dolor.
Se debería comenzar corriendo un día sí y otro no (a días alternos) durante la
primera semana haciendo intervalos series cortas a velocidad alta, en llano,
intercalados con periodos de descanso (velocidades de carrera más altas tienen
menos probabilidad de agravar el SBIT), hasta completar unos 30 minutos. En las
siguientes 3-4 semanas, aumentar gradualmente la distancia, reducir la
velocidad y las pausas de descanso, hasta que la carrera sea continua, aumentar
el tiempo total de carrera y aumentar la frecuencia semanal.
Figura 4.- Elevar y descender lateralmente la
pierna afectada estirada
Figura
5.- Subir escaleras lateralmente con la pierna afectada
Figura 6.- Con una banda elástica enrollada en
el tobillo de la pierna afectada y la pata de una mesa, separar dicha pierna
hacia fuera, estirando la banda elástica
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